Sendero a la Inmortalidad
RESEÑA
Con “Sendero a la Inmortalidad” la autora explora un género que para muchos ha significado un gran éxito o un estruendoso fracaso: el del desarrollo humano.
Es la búsqueda de la verdad la que la ha llevado a elaborar este material que tiene por objetivo brindar una visión más amplia de lo que sucede en la vida cotidiana de cada uno de nosotros y en la que con mucha frecuencia nos perdemos irremediablemente.
“Sendero a la inmortalidad” no pretende ser un libro que dé respuestas las mágicas, no tiene fórmulas, simplemente es una opción de ver la vida de un modo diferente, nos invita a hacer del análisis una práctica cotidiana y a entender que el dolor es inevitable pero el sufrimiento es una opción en nuestras existencias.
Hay quien sufre cotidianamente y cree que se encuentra en un profundo abismo insalvable, “Sendero a la inmortalidad” nos muestra nos muestra que ese tal abismo solo existe en nuestra mente y que el encuentro con la trascendencia en nuestra vida no necesariamente tiene que darse por realizar obras maestras ni por hacernos famosos o millonarios, sino que cada acto de nuestra vida cuenta para dejar huella en este mundo a pesar de que algún día llegue la ausencia física.
A 4 Pasos del Cielo
RESEÑA
Podemos esperar a morir para irnos al cielo o al infierno o podemos decidir empezar a construir nuestro cielo o infierno en esta vida.
Aquí se presentan 4 pasos definitivos para avanzar por este mundo, un mapa de vida y un manual que será muy útil si deseamos tener una buena vida y, definitivamente, ser felices.
A 4 Pasos del Cielo es la nueva obra de la escritora, conferencista y doctora Mayra Castañeda, quien mantiene un compromiso constante con la educación, pues, está segura, esta es la única ruta segura hacia la felicidad.
Este es un libro para todos aquellos que saben que su potencial no ha sido despertado y que están dispuestos a hacer lo que sea necesario para lograr construir un verdadero cielo en esta vida.
50 Claves para hablar en público
RESEÑA
¿Alguna vez has pensado que lo que tienes que decir debería ser escuchado por miles o millones de personas? ¿Crees que tu mensaje podría transformar la vida de la gente que te escucha? ¿Te gustaría que la gente te respetara y reconociera como una persona brillante, con ideas que pueden cambiar el mundo? ¿Te gustaría elevar tu nivel de ventas? ¿Viajar por todo el mundo y que te contrataran sólo para escucharte? Si has contestado positivamente a alguna de estas preguntas esta es tu oportunidad de aprender de la mano de la Dra. Mayra Castañeda.
Si quieres que tu audiencia te escuche atentamente, se emocione e inspire tienes que conocer los secretos de una de las más exitosas autoras y conferencistas del ámbito educativo, con 9 libros publicados y miles de conferencias en países de Latinoamérica y Europa, te podemos garantizar que esta experiencia cambiará radicalmente tu vida. Desde cómo pararte, cómo colocar y proyectar tu voz hasta la estructura perfecta de una conferencia para diferentes audiencias ya sea para conmover, concientizar o vender, lo aprenderás en este libro.
El Docente Extraordinario
RESEÑA
El Docente Extraordinario es un análisis sustentado y profundo de lo que significa ser docente, hoy más que nunca, cuando la educación se erige como uno de los pilares fundamentales que requiere la sociedad para su transición hacia la Era del Conocimiento, el docente se ha convertido en una pieza fundamental del rompecabezas que debería ser resuelto a la brevedad para, realmente, emparejar el terreno educativo y proporcionar oportunidades a todos los niños y jóvenes que deberán afrontar un futuro incierto y en constante cambio.
La figura docente es una de las piezas clave para la transformación educativa que se requiere en América Latina y hoy más que nunca nos deberíamos preguntar, como profesionales de la educación ¿Cuál es nuestro nuevo papel? ¿Deberemos defender nuestra posición como poseedores absolutos del conocimiento, como autoridades verticales, los reyes en el salón de clases? O quizá deberemos plantearnos la alternativa de transformar nuestra labor para adaptarla a los nuevos niños y jóvenes que ingresan en nuestra aula.
Son muchas las exigencias que se realizan a la escuela, tantas que se requerirían varios volúmenes para analizarlas con detenimiento. El Docente Extraordinario, un libro que en su primera edición resultó un éxito de ventas, se nos presenta ahora, corregido y aumentado en su segunda edición, como una obra para iniciar la discusión en torno a lo que debería ser el cúmulo de competencias que requiere construir un docente. La única diferencia entre una persona ordinaria y una extra-ordinaria es esa pequeña partícula que implica, justamente, dar un extra, ir más allá de la exigencia institucional o el cumplimiento. De esta premisa parte la autora, con amplia experiencia en el ámbito educativo y que ha tenido la oportunidad de recorrer gran parte de Latinoamérica, confrontar las diversas visiones y analizar casos que se multiplican y replican en diversas latitudes, para iniciar el planteamiento de su obra. Partiendo del referencial de Ginebra, estructurado por Phillipe Perrenoud, se analizan diversas circunstancias, casos y realidades que orientan algunas posibles soluciones a un problema complejo y atravesado por grandes tensiones institucionales, sociales y humanas.
El Docente Extraordinario abre un panorama diferente para todos aquellos que se desempeñan cotidianamente en el aula, con un lenguaje sencillo y desposeído en gran medida de tecnicismos también puede abrir la visión a quienes, desde una paternidad responsable, esperan que la escuela contribuya a la formación de sus hijos. Entender las exigencias y contrastarlas con la realidad que deben enfrentar los profesores en nuestros contextos podría ser un primer paso para trabajar en conjunto por una mejor educación que beneficie a quienes debería: nuestros niños y jóvenes.
Aprendizaje significativo
Técnicas, estrategias y dinámicas
RESEÑA
Hablar de aprendizaje significativo es, en principio, hablar de la construcción de un ser humano. El estudiante no es sólo un niño, joven o adulto que se sienta en una banca del aula y espera recibir conocimiento como si fuera una planta que hay que regar todos los días, es un ser que va creando su realidad a través de la construcción de diversas dimensiones que lo constituyen y el docente es el motivador y guía de esa construcción en el aula.
Pensar en la educación en términos antiguos es también pensarnos como docentes en un proceso anquilosado, repetitivo y desgastante que nos va vaciando lentamente, el proceso de enseñanza-aprendizaje debería convertirse en un descubrimiento mutuo del aprendizaje y de la construcción de las diferentes facetas y profundidades de los seres humanos que están involucrados en él, recreando día a día estrategias y metodologías para lograr que esos aprendizajes trasciendan a la vida presente y futura de los actores educativos.
Aunque muchas veces tendemos a creer que los seres humanos se “copian” o clonan y que podemos incidir tanto en nuestros estudiantes o hijos que pueden entender casi por osmosis lo que queremos enseñarles, la realidad es que el aprendizaje no es un proceso sencillo, no sólo implica la voluntad de parte del docente sino que también se requiere para ello desarrollar una serie de competencias docentes que nos faciliten este proceso.
Pero también debemos contar con la parte del estudiante, esa parte que tiene que ver con la disposición hacia el aprendizaje.
Si bien es cierto que en el aula tenemos un alto porcentaje de estudiantes que asisten (sobre todo en educación básica) obligados por una situación social o familiar y pocos de ellos entienden la trascendencia que tendrá en sus vidas su paso por la escuela, también contamos con algunos que están dispuestos a aprender, que disfrutan de hacerlo, sin embargo no podemos enfocarnos en esta minoría, la educación se planifica para la gran mayoría, no para los grupos minoritarios, desgraciadamente, y debemos contemplar esta realidad.
Debemos tomar en cuenta que la educación parte de una acción violenta, de esa obligación que genera una mala disposición hacia el aprendizaje y sobre todo, hacia la escuela.
A pesar de ello los docentes somos profesionales entrenados y deberíamos ser competentes para motivar el desarrollo de competencias en nuestros estudiantes, no será fácil, eso es seguro y construir un aprendizaje significativo tal vez implicará grandes retos. A lo largo de mi trabajo en materia de capacitación docente, me he podido percatar de lo complicado que resulta para el maestro cambiar sus enfoques, “desaprender” los métodos tradicionales, despegarse de esos sistemas arcaicos que han convertido a la escuela en un elemento social tendiente a la desaparición.
¿Parece exagerado? Expertos como Perrenoud (2011) lo afirman clara y contundentemente. En los países desarrollados la escuela está tendiendo a desaparecer pues la sociedad no ve la utilidad de ésta; no estamos hablando de sociedades “en vías de desarrollo” ni en los contextos en los que cotidianamente podemos ver este tipo de actitudes de oposición a la educación formal (grupos rurales en su mayoría que no encuentran aplicación en labores productivas), sino en círculos empresariales de nivel medio y alto en los que se dan cuenta que la escuela se ha ido alejando cada vez más de la utilidad social que antes poseía.
En México particularmente la escuela no constituye un factor de movilidad social, sólo el 10% de los hijos de obreros tiene probabilidad de llegar a cursar una licenciatura (Dresser, 2006) y esto significa que la inversión que una familia obrera realiza en un hijo que llega a ese nivel, muchas veces no tiene un retorno, pues, debido a la desvinculación real que existe entre los sistemas académicos y empresariales muchos de esos jóvenes pasan a formar parte del desempleo.
¿Qué rumbo debe tomar la escuela? No es ningún misterio, ni resulta un gran descubrimiento el que la escuela como institución debe entrar en el sistema de aprendizaje por competencias para resultar eficiente, para dar los resultados que la sociedad reclama, pero ante ello debemos darnos cuenta que estamos en un proceso de reconstrucción de una institución muy compleja, en la que todos los actores involucrados tienen intereses que proteger y que se sienten amenazados ante el cambio, pero más allá de esos grandes grupos de intereses el docente, el que día a día se enfrenta a la realidad del aula, se encuentra muy desprotegido, pues por una parte es a quien más se le exige profesionalmente, y quien se encuentra más desvinculado de todas estas teorías pedagógicas que las autoridades institucionales han reconocido en principio, como acertadas.
La realidad del maestro en muchas comunidades lo aísla de elementos que se han reconocido como prioritarios para emprender una verdadera reforma, como es el uso de las tecnologías de la información y comunicación (TIC’s) de ahí que se requieran de estrategias tradicionales, como los libros, cursos, talleres y seminarios, para poderle acompañar, soportar y guiar en este proceso de transformación pedagógica.